Ese último momento

Ese último momento que decidimos alargar hasta que no queda nada más...

¿Cuándo es buen momento para hacer un cambio? Digo, cualquier cambio, hasta los que duele decidir; los que tratamos de solucionar, los que pensamos que alguna vez cambiarán ¿es saludable dejarlos o esperar?

Pienso que a todos nos alarman los cambios, ya sean buenos o malos. El hecho de cambiar nuestra rutina nos agobia, estamos tan acostumbrados a lo mismo que pensar que algo cambiará o empezar de nuevo, da miedo...

Esa inestabilidad y vacío en el estómago que da cuando pensamos en ese momento, en la decisión y en el cambio que eso traerá. ¿Qué nos lleva a ese pensamiento? a esa situación de sentarnos y saber que no somos felices, que algo hace falta, esa chispa que nos recuerda el éxtasis, la emoción, la adrenalina de la vida, del sexo y del amor.

Todas las relaciones tienen fecha de caducidad, pero ¿cuando es buen momento para ese último momento? Creo que dejamos pasar tantas cosas que se van almacenando en esa habitación, esperando que un día cambie, un día ya no existan esos problemas y nos damos cuenta que empezamos a llenar y a saturar ese lugar hasta que la puerta nos cuesta cerrar y ahí, cansadas y desesperadas nos hacemos esa pregunta... ¿Por qué no empezamos a vaciar y a donar tantas cosas que ahora ya no le encontramos sentido?

Y claramente cuando nos vamos a esa habitación empezamos a decidir qué conservar y qué tirar, en ese momento es que nos damos cuenta que soltar aquellas cosas que nos aferramos también es soltar a las personas que nos están haciendo cualquier tipo de daño.